Con motivo de la crisis del COVID19 y la toma de decisiones del gobierno español respecto a la declaración del estado de alarma y la decisión de proceder al confinamiento de la población, en Análisis e Investigación se elaboraron unos dispositivos de investigación desde los estadios incipientes de la epidemia con la intención de:
Analizar la realidad social
Descubrir sus correlatos
Ofrecer el resultado de su trabajo a sus clientes con el fin de enriquecer y orientar su toma de decisiones en el mercado actual.
En este sentido se realizó una serie de tres entregables con zooms temáticos en la realidad de la sociedad española.
Entregable 1 Primer impacto Psicoemocional en la nueva situación.
Entregable 2 Actitudes ante Instituciones, Compañías y Marcas.
Entregable 3 Proyección de expectativas en distintos plazos de futuro.
El presente informe corresponde al Entregable 3.
METODOLOGÍA
Se empleó una Metodología Cualitativa con Videogrupos y grupos en móvil vía Whatsapp:
2 videogrupos de 9 participantes cada uno, con una duración de 2,5 horas.
2 grupos en móvil de 11 y 12 participantes cada uno durante tres días.
El trabajo de campo se realizó del 19 al 22 de marzo de 2020.
A su vez, se han identificado cuatro perfiles diferentes, de distintos segmentos de edad, sexo y zonas geográficas (principales puntos afectados y núcleos urbanos más pequeños):
Jóvenes: Ambos sexos, entre 19 y 25 años.
Dinkies: Parejas sin hijos entre 29 y 40 años.
Familias: Ambos sexos, entre 38 y 50 años.
Nido Vacío: Ambos sexos, entre 52 y 67 años.
EL CAMBIO EN LA COMPRA Y EL CONSUMO
Los Cambios en Compras y Consumos (Reflexiones Previas)
Descubrir un verdadero ‘Cambio’ en las conductas pasa primeramente por analizar la modificación del consumo y los procesos de compra.
En cualquier caso, todos los segmentos experimentan un momento de ‘shock’ en sus rutinas diarias –estamos hablando de la 1ª semana de confinamiento- y ese punto conlleva, como se sabe, confusión inicial y desorden (en roles, en comprensión de la situación…). Sí se perciben cambios en el modo de comprar, en lo que se compra, en los consumos… y las variaciones dependen en gran medida del segmento muestral del que se habla.
Los Cambios en Compras y Consumos (Jóvenes)
Entre jóvenes y Dinkies NO HAY CAMBIOS, SOLO UNA PROGRESIÓN en la madurez de sus actitudes y en la carga de reflexión sobre la situación.
La dificultad de proyección de los jóvenes se achaca a la incertidumbre de un contexto cambiante y nunca visto anteriormente.
También se muestra incertidumbre sobre cómo va a volver la vida cotidiana… Hay una sensación de que algunos de los cambios de hoy están para quedarse después del periodo de confinamiento, pero no se sabe ni cuáles ni en qué medida.
La ‘vuelta a la normalidad’ –para todos- es un fenómeno que sólo ocurrirá gradualmente, poco a poco, tanto individual como colectivamente y en las medidas de seguridad.
En lo que ambos targets coinciden plenamente es en lo siguiente:
Habrá una indudable crisis económica tras la suspensión o cierre de negocios pequeños y grandes, pero no se sabe si en forma de V aguda o más duradera.
Los sistemas de teletrabajo serán reforzados después de la crisis.
El comercio online va a crecer con la situación, y esto puede acelerar la transformación de los comercios físicos o bien su desaparición.
Sólo las empresas que se puedan adaptar, al comercio online o reparto en remoto podrán sobrevivir, al menos en lugares bien conectados (ciudades, pueblos grandes).
Los Cambios en Compras y Consumos (Familias)
El primer impacto de la crisis sobre los roles y las rutinas del hogar es la AMENAZA DE SUMERGIRSE EN EL CAOS.
La nueva situación impone modificaciones en los hábitos. Las compras que se realizan son las puramente esenciales (sobre todo productos de alimentación, frescos…) y se realizan en periodos de tiempo más espaciados (una o dos veces a la semana). Se prescinde de algunas compras antes habituales y que ahora se consideran “secundarias” y/o incluso “caprichos”.
La compra de productos y bienes que no son de primera necesidad –equipamiento deportivo, moda, electrodoméstico pequeño, productos veterinarios, regalos, otros artículos…) y que antes de la crisis se podían adquirir por Internet (Amazon, Ebay, Aliexpress, webs particulares) se ha retraído notablemente con el estreno del confinamiento en un movimiento reflejo por el shock.
Aún cuando ellos explican esto como solidaridad con los operarios del transporte, parece más bien que lo que ocurre es un incremento del control sobre el gasto –y la salud-de toda la familia… hasta que el panorama se vaya aclarando:
En el primer momento están en modo off para los pedidos en remoto que exigen entrega física.
Las compras que continúan son las de primera necesidad (alimentación, farmacia, droguería…) y se realizan de modo presencial.
La 1ª organización les pilla con ‘la gran compra’ mensual hecha, con lo cual se necesitan menos productos, pero también reconocen que acudir a comprar supone un alivio notable del estrés generado en el hogar.
Los Cambios en Compras y Consumos (Nido Vacío)
En los hogares de Nido Vacío encontramos las mayores RETICENCIAS a los posibles cambios en los hábitos de compra.
La mayor o menor dificultad individual para adaptarse a las TIC en lo que respecta a nuevos sistemas de comunicación y compra permite diferenciar distintas actitudes en el segmento:
Hay participantes con una actitud más receptiva al cambio digital, que se están amoldando a los condicionantes y nuevos aprendizajes que exige el tiempo actual. Se encuentran abiertos a nuevos aprendizajes (sobre todo tecnológicos) y a modificar sus pautas personales, aprovechando todas las ventajas de lo nuevo y evitando el desclasamiento social (quedarse atrás).
Hay otros individuos con una actitud muy resistente y defensiva, que quieren mantener sus rutinas y hábitos de compra a toda costa, independientemente de los cambios que se han producido con la revolución digital. Ellos mismos se ven ‘al margen’ de esa transformación y aventuran una vuelta a la normalidad anterior una vez acabe la crisis. Así, se observa que ambos subgrupos imaginan distintos horizontes de futuro tras la superación de las circunstancias actuales:
Positiva: esta crisis va a permitir potenciar y darse cuenta del lado más ventajoso de los distintos recursos al alcance del consumidor/ ciudadano, que aprovechará mejor los distintos repertorios.
Escéptica: prevén que el cambio no será tan sustancial y que una vez pasado cierto tiempo de vuelta a la rutina presencial las pautas de conducta continuarán siendo las mismas que antes.
Los Cambios en Compras y Consumos (Emociones que subyacen)
Claves particulares para cada segmento.
Es verdad que se necesita un esfuerzo de investigación más robusto para dar por buenos algunos de estos hallazgos, y que el momento en el que se ha realizado la consulta es absolutamente precoz como para poder proyectar de modo mínimamente fiable tendencias a futuro… Pero el proceso de DUELO social parece incontestable, así como el avance de los sentimientos de frustración y ansiedad (en modo enfado y tristeza ) que con seguridad se estarán viviendo ya en las casas españolas.
APRENDIZAJES DE ESTE TERCER CAPÍTULO
Proyección de Expectativas en Diferentes Plazos (Las proyecciones sobre el futuro están marcadas por un sentimiento de inquietud y ansiedad más o menos contenida).
A la vista de los resultados del presente estudio, lo que se puede afirmar sin género de dudas es que ha ocurrido y está ocurriendo un proceso muy significativo de ruptura con el ritmo anterior, de pausa forzada, que afecta no solo a la vida cotidiana hoy sino que va a marcar sin ninguna duda el futuro próximo y que influirá sobremanera en el estilo de vida y consumo en el medio y –quizá- largo plazo.
Hay un nuevo Paradigma?
No se puede extrapolar la situación actual al mundo post-coronavirus.
Es también pronto para saber si el ‘modo pausado’ de vivir se afianzará en la población… ya que sigue vigente el paradigma hiperindividualista y el culto a la velocidad que surgieron de la crisis anterior.
La confianza ya no es un valor, y tiene dentro del marco del Consumo/ Mercado un Valor en precario, condicionada a…
El Valor de lo necesario + suficiente… (las Low Cost, marcas blancas, pronta moda….)
La conciencia de lo poco que duran las cosas.
El disfrute de cambiar de productos, servicios, marcas.
La permanente inestabilidad de la actualidad y los sucesos.
Estos rasgos van a atenuarse en sus extremos, especialmente si la crisis actual se prolonga en el tiempo y en sus efectos.
Por otra parte, la incorporación de algunos rasgos y valores de ‘Vida pausada’ pueden equilibrar la voracidad en los consumos, emergiendo hábitos y preferencias obligadas por austeridad económica, como la moda mínimal, el interés hacia el entorno cercano, la sostenibilidad y el medioambiente (waste zero).
Características Slow Mood
Valorar lo físico, lo analógico, lo presencial… el salir a la calle, al campo, el poder circular libremente por donde uno quiere.
Ordenar prioridades en la esfera íntima: la salud, los seres queridos, el contacto humano, conectar con lo natural, cuidar medio y especies pequeñas.
Volver a uno mismo, superar el miedo al silencio, a estar solo, a mirarse hacia dentro.
Ordenar prioridades esfera social y pública: inversión en sanidad, en bienes comunes, apoyar pequeños comercio y autónomos, invertir en ciencia.
Dotar de valor al pensamiento lento, la fluidez plácida del tiempo, la reflexión, el ensimismamiento… incluso los parones, el dolce fare niente (o lo dulce de no hacer nada) y el aburrirse como procesos reales y necesarios para crear.
Valorar la tristeza como emoción adaptativa y sana, aceptar el no pensar/ no producir, el contemplar…
Pero el calado de estas incorporaciones no parece duradero por el momento. Hay que seguir observando la situación en las próximas semanas y meses.
Estudio realizado por AeI (Grupo Análisis e Investigación), empresa líder en Iberoamérica miembro de VíaCiencia.
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